Page 178 - LAS REDES SOCIALES Y SU IMPACTO DEMOCRACIA

176 Alejandro Ramos Chávez

Franco & Gértrudix, 2015), términos que intentan mostrar la so-
breoferta y sobrecarga informativa, así como la poca capacidad de
los individuos de obtener la información más útil para formarnos
opinión o enfrentar algún asunto en específico.

Parecería paradójico que, aunado a la existencia de esta informa-
ción tan plural y hasta encontrada, exista otra problemática relacio-
nada con la formación de silos de información, que se da sobre todo
en las redes sociales digitales, al compartir y consultar información
que sólo refuerce nuestras propias percepciones y posiciones sobre
los asuntos, sin que exista la apertura a otras perspectivas o ideas
que enriquezcan nuestros propios planteamientos. Lo anterior se da
por la similitud de posturas y formas de pensar entre nuestros con-
tactos en estas redes sociales, mismas posturas y pensamientos que
refuerzan nuestras propias perspectivas sin apertura a voces distin-
tas. Zygmunt Bauman, fue muy crítico de las redes sociales digitales
(Querol, 2016), argumentando que la principal diferencia entre esas
redes y la vida “real” de las personas, radica en que en las relaciones
personales “reales” el individuo debe saber convivir con la diferencia
de posturas y formas de pensar, mientras que en las redes sociales
digitales, las relaciones son establecidas por nosotros mismos, por
lo que podemos cerrar nuestro círculo de contactos hasta hacerlo lo
más homogéneo a nuestra propia forma de pensar, generando con
ello silos en donde nos encerramos con formas similares de pensa-
miento, rechazando lo distinto o diferente.

Finalmente, una última problemática que sería oportuno tomar
en consideración en este trabajo, es la relacionada con el aumento
en el impacto de la posverdad (Keyes, 2004; Kreitner, 2016) en la
utilización de las herramientas tecnológicas; relacionada con los dis-
cursos, sobre todo provenientes de la clase política, que contienen
mensajes más relacionados a lo emotivo que a lo real de los asuntos.
Esos discursos resultan, en gran medida, carentes de información
verificada que dé cuenta de los asuntos abordados y, por el contrario,
evocan más a los sentimientos y percepciones subjetivas de los mis-
mos asuntos; pero que a su vez generan mayores niveles de acepta-