Page 162 - LAS REDES SOCIALES Y SU IMPACTO DEMOCRACIA

160 Pablo Rodríguez Canfranc

geopolítico mundial. Porque, utilizadas con intencionalidad, se con-
vierten en armas muy peligrosas. El filósofo Daniel Innerarity de-
fine la desinformación como aquella información falsa orientada
a manipular el debate público. La cuestión no es tanto su grado de
veracidad, sino la motivación que esconde su difusión (Fundación
Telefónica, 2021, pág 318):

Propiamente hablando, las fake news no son opiniones falsas sino falsas opi-
niones. [..] la legitimidad de la lucha contra la desinformación no se basaría en la
falsedad de la información, ya que creer en algo erróneo y difundirlo está protegido
por el derecho a la libertad de expresión. Debe poderse constatar que no se trata de
una opinión y no que sea falsa, es decir, ha de probarse que no quiere contribuir al
debate público sino manipularlo. Una democracia soporta bastante bien las opi-
niones falsas pero no tanto las falsas opiniones.

Ahí está la clave: la intencionalidad de manipulación de la opi-
nión pública que esconden este tipo de comunicaciones. La Comi-
sión Europea también incide en el objetivo malicioso subyacente
en la desinformación, cuando la define como “información falsa,
inexacta o engañosa, diseñada, presentada o promovida para causar
intencionadamente un daño público o para obtener un beneficio” (Eu-
ropean Commission, 2018).

El contenido no tiene por qué ser falso necesariamente —de ahí
que la Comisión Europea tienda a evitar el término fake news—,
puede no ser del todo mentira, pero generalmente se trata de in-
formación mezclada con hechos y prácticas alejadas de la práctica
periodística ortodoxa. Entre las principales modalidades se encuen-
tran el astroturfing, es decir, el hacer pasar por una reacción pública
espontánea las acciones propagandísticas de una entidad política o
comercial, la utilización de redes de seguidores falsos, la publicidad
dirigida, los trolls organizados o los memes visuales.

Las fake news suponen de por sí una amenaza para las sociedades
libres y abiertas, pero existe un tipo de desinformación especialmen-
te misógino, cuyo objetivo consiste en cuestionar la credibilidad de
mujeres que ocupan posiciones destacadas en la sociedad, ya sea en
el terreno político como en el mundo de la empresa o de los medios